viernes, 24 de agosto de 2012

La realidad acerca de la Princesa y el sapo...



Este, es un cuento clásico traspasado de generación en generación, haciendo creer a las niñas que besando a un sapo obtendrían a un marica de azul con corona, una cuenta corriente notable, y un semental caballo albino, con el que cabalgarían hacia su reino de felicidad.
Es una gran historia, pero no una historia real.
Ósea, lo que pasó fue esto:

“Había una vez, una Princesa, que caminaba por el bosque cantando esas estúpidas canciones de película infantil, mientras los pajarillos cantan y los almendros danzan para ella. Cuando, se percata que había llegado a las orillas de un lago que se ubicaba en el sector. Levanto su cara angelical y maquillada, y observó el tierno paisaje que la circundaba con criaturas mágicas exportadas directamente desde Disneylandia.
Ahí estaba perfectamente iluminado el sapo de ojos azules, el que la princesa no demoró en divisar, y fue amor a primera vista con una tierna canción de Hannah Montana. Luego de ese instante de cámara lenta, ella sin dudarlo corre a recogerlo y lo contiene entre sus manos, para que posteriormente se den ese beso que lo transformaría en su anhelado macho alfa utópico.”

Pero aquí estuvo el problema. Este sapo, no era cualquier sapo, sino que uno de esos sapos alucinógenos... Vaya desgracia.


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