miércoles, 20 de marzo de 2013

Por Ultima Vez Fue



La noche fue.
Sin permiso, sólo fue.
Cuando yo salí de aquel,
suburbio burdel.

Era cliente habitual
de la misma musa.
Tantos otros billetes
con caras desconocidas,
difícil le recordarían
cuando la des-virginicé.

Pero me amaba.
Como una oveja ama a otra oveja,
que sólo saben avanzar
tras el pastor.


Quise vivir.
Y cuando la dejé,
esa noche que sólo fue
la puta susurró
por última vez:

“Te doy mis ojos,
que tanto amaste.
Te los doy, ¡Tómalos!
Sé que por ellos volverás.
Soy capaz de esto y más,
sólo por tener
más agujeros para que me penetres.”

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